El pozo
A veces, las cosas no nos salen como queríamos y nos entristecemos, nos imaginábamos cosas que luego resultaron ser falsas, eso nos disgusta, también puede ocurrir que te haya pasado algo importante y te hayas sumergido en la tristeza más profunda. Ante tales acontecimientos, te encuentras triste, apática y te niegas a aceptar la realidad sumergiéndote en tú mundo lamentándote e incluso culpabilizandote de ello siendo injusta contigo misma.
Muchas veces nos metemos en un pozo hondo, tanto… que no ves nunca la luz pero un día descubres que haciendo alguna cosa te sientes bien.
Sí, entonces empiezas una subida tímida y apenas perceptible de ese pozo en el que te veías sumergida y empiezas a ver aún siendo muy diminuta una pequeña luz y eso te llena de satisfacción.
Cuando empiezas esa lenta y a veces penosa subida del pozo hacia la luz es porque estás desarrollando algo que has descubierto que poseías y lo estás ejercitando y eso te da esperanzas para que un día, llegues arriba donde verás la luz del sol y cuando menos lo esperas… te encuentras con que ese pozo ya no está y sólo, porque has ido realizando cosas que te gustaban y te sentías bien contigo misma.
Y a su vez descubres que haciendo esas cosas tienes un don especial que antes no sabías que poseías.
Aristóteles, ya dijo que para ser más feliz debes desarrollar tú talento, tú mente, alcanzar tú potencial.
Confucio, dijo lo mismo con una variación que hay que desarrollar nuestro talento en equipo con los demás e incluso Buda, dijo que, la cima de la relación y la felicidad es a través de abrir el corazón y comprender que todo y todos estamos conectados es decir ; si ayudamos el entorno que nos rodea, al planeta, a todo, te ayudas a ti mismo y eso implica sabiduría.
Todos tenemos un don, muchos ni lo saben, lo cierto es que si has descubierto ese talento para sentirte bien contigo misma no lo desperdicies y aprovéchalo, lo has de ejercitar eso, sin duda, te hará más feliz.
Poema
Metida en un pozo sin salida
oscuro y sin luz
pues ni aire había
sólo pesaba una cruz
que le hundía más cada día.
Tanta era su agonía
que prefirió la muerte que la vida
y allí en aquel pozo vivía
que ni dormir ni comer quería
sólo veía final en sus días.
Ante nuevas expectativas
abrió los ojos un segundo
que irritados de llanto la consumían
nuevas ideas le surgían
y ante la alternativa
empezó a ascender lenta e insegura
por ver a los de su entorno con alegría
pues ellos lloraban a la par que ella lo hacía.
jazmin
4 comentarios
jazmin -
Lo que hacemos en la vida, esa será nuestra cosecha.
Un abrazo grande.
jazmin -
Un abrazo.
Margot -
Un escrito con un contenido que, que por desgracia, nos toca o nos ha tocado alguna vez muy de cerca.
Un abrazo, muy grandote.
Sakkarah -
Pero no, se sale aún así.
Un beso.