Un párrafo desgarrador
“Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin; la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de los cardos y de las chumberas. Aquellos que gozan de un mirar sereno y al aroma de su felicidad sonríen con la cara inocente; estos otros sufren del sol violento de la llanura y arrugan el ceño como alimañas por defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrebol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de borrar ya”.
Éste es el comienzo desgarrador del libro “ La familia de Pascual Duarte” de Camilo José Cela.
Siempre me ha hecho pensar éste párrafo por su dureza y lo leo a menudo; él, en el fondo no se considera malo, y no le faltan motivos para serlo, así lo confiesa, por todo lo que hizo. Sin embargo antepone que lo hizo la lamentable vida que tuvo a mal albergar de miseria, poco cariño y la aspereza en su camino en el que sólo encuentra pinchos que endurecen su carácter y que nadie puede quitarle porque ya están muy clavados y se han endurecido como callos.
Y cuando lees ese libro no piensas en las maldades que cometió, al contrario, te encariñas con el personaje y le das un trato de favor porque su vida fue un auténtico camino de espinas.
“Unos nacen con estrella y otros estrellados” éste refrán es tan auténtico como el párrafo arriba escrito.
Cuantas veces nos decimos; ¿porque tengo esa nube negra en mi cabeza y todo me sale mal, en cambio a otros todo les viene de cara?.
No creo mucho en el destino, pero cuando leo cosas así, entonces pienso; cuando nacemos tenemos un destino señalado, para unos de muchas alegrías y bonanza. En cambio, para otros todo son tristezas y pesadumbres. Para luego acabar todos en el mismo lugar.
3 comentarios
jazmin -
Estamos muy influenciados por lo que nos ha rodeado y en ocasiones tenemos que acceder por el camino no deseado.
Un beso.
La vida en sí ya es injusta y
sólo hace falta ver lo que vemos a diario para darnos
cuenta que las injusticias siempre recaen sobre los mismos.
Un beso a las dos.
Mela -
A veces se pueden reencauzar las circunstancias, pero ni siquiera siempre.
Beso, Jazmín.
Sakkarah -
Un beso, Jazmín.