El mago
-, ¡Un voluntario para un espectáculo alucinante!! ¿quién se atreve? gritaba el mago -, Voy a demostrar mi gran puntería…
-, Yo!!, yo!!, gritaban algunos, en aquél circo esperando su momento de gloria por su valentía.
El mago, un hombre de avanzada edad, su barba denotaba que así era. Era muy blanca al igual que una de su cejas. La otra ceja ni se veía del enorme parche negro que tapaba su ojo izquierdo. Llevaba un turbante en la cabeza de color dorado que hacía juego con una gran capa que le llegaba casi hasta el suelo. Debajo de ella vestía un traje blanco tipo árabe, con pantalones bombacho. Sus botas eran tan puntiagudas que se veían las puntas levantadas y encima de ellas como una especie de bolas también doradas.
Cuando se reía se podía ver como sus dientes brillaban, pero no por blancos, sino porque sus piezas dentales eran de oro.
-, A ver, a ver, muchas manos veo levantadas!!, veamos a quién elijo, decía. Las manos levantadas cada vez eran más y él miraba de un lado para otro haciendo su show.
Se acercó a alguien que estaba en la primera fila, que no levantaba la mano y dijo: -, tú! -, Yo? no he levantado la mano, elija a otra que sí lo haya hecho -, No! vas a ser tú, porque veo que tienes miedo.
-, No, yo no quiero salir a escena, elija a cualquiera que se le ofrecen.
Él con gran carisma, simpatía y con buenas tablas de saber manejar bien la situación dijo en voz alta -. ésta muchacha va a salir. La cogió de la mano y sin que ella pudiera decir ya nada más la hizo levantarse.
Una vez en el escenario siguiendo su gran juego, el mago hizo un gesto con la mano hacia arriba y de inmediato bajó una rueda de madera que quedó en medio del escenario y cogiendo la mano de la muchacha que había elegido, la acercó a ella y la puso de espaldas a esa gran rueda diciéndole muy bajito -, no tengas miedo no va a pasar nada.. La ató de pies y manos en posición de vitrubio mientras, ella cada vez estaba más asustada. Luego le tapó los ojos y dijo muy fuerte: -, veamos que puntería tengo….
La muchacha cada vez estaba más aterrada y aún más cuando dijo el mago -, tiraré los cuchillos de espaldas, tan sólo con un espejo que pongo enfrente mío.
Pero que dice este hombre, pensó sobresaltada ante lo que estaba oyendo. Ella quería soltarse, no veía muy clara la situación, entre el ojo tapado, de espaldas a ella y sólo mirando un espejo que devolvía su imagen al mago, aquello era un mal sueño y no veía un final nada feliz.
Se puso muy nerviosa y le dijo -, suélteme de aquí no quiero correr ningún riesgo. Entre la música de fondo, las aclamaciones desde las gradas y el parloteo continuado del mago, éste parecía no oír nada y ella que tenía el cuerpo paralizado por la forma en que la había atado y aún más por el pánico que cada vez se apoderaba más de ella, pensando que, sólo con un pequeño parpadeo por parte de ella el dichoso mago podría errar el lanzamiento de sus cuchillos…
Se oyó un repique de tambores y el miedo de la muchacha fue creciendo al ver que la rueda empezó a girar -, Ahh!!, esto qué es? De aquí yo no salgo viva, encima gira la rueda ,un ojo tapado, de espaldas y por un espejo que me refleje… vamos, que entre directamente a matar, sería lo mejor. Mientras pensaba todo este cúmulo de contrariedades, su tez se puso tan blanca como el traje del loco que iba a lanzar cuchillos en contra de ella, y su miedo crecía cada vez más, añadiendo el mareo que le entró al notar como giraba su cuerpo, estaba a punto de vomitar de la angustia que le entró. Y de golpe notó como un cuchillo quedó clavado en la madera y otro y otro más y así estuvo un rato notando como golpes secos se producían en la madera. Ella, cada vez más aterrorizada no meneaba ni un músculo de su cara, pensando en que iba a desacertar el lanzamiento y un cuchillo podría desviarse y darle a ella.
Mientras giraba y el mago seguía tirando cuchillos ella se puso a pensar que la rueda era el mundo y los cuchillos el destino. Si errase el lanzamiento de uno de ellos podría lastimarla de manera superficial, dejarla bastante grave, o acabar del todo con ella.
Luego pensaba bueno no me está ni rozando, sólo noto el golpe del cuchillo en la madera parece que lo tiene por la mano.
-, Y ahora más difícil todavía!!, lanzaré los cuchillos con los dos ojos vendados, gritaba el mago. ¿Quéee? Oiga mago, haga el favor de soltarme ahora mismo, ¿ es que quiere matarme, o que le pasa? Gritaba ella descompuesta y espantada, busque a otra que quiera ponerse aquí y que quiera morir que yo ya he tenido mi cupo, Oigaa!!, que me va a dar un ataque al corazón!!
El mago, la veía como gesticulaba algunas palabras pero no oía nada ya que el murmullo de la gente cada vez era más alto ante el entusiasmo del acontecimiento que iban a presenciar.
Ella no veía nada pero seguía notando los golpes secos cuando se clavaban los cuchillos al lado suyo, -, como me roce lo denuncio, lo juro!! se prometía así misma.
La gente aplaudía alocada al ver la exhibición, mientras tiraba una, otra y otra vez . no parecía que se acabasen los cuchillos. Debía de tener una cuchillería muy bien surtida…
Se oyeron unos aplausos mucho más altos y la gente gritaba -, bravo bravo!! ella respiró hondo -, por fin.
El mago se acercó a ella le quitó la venda de los ojos y soltando sus cuerdas de las manos y los pies le dice: -, ahora voy a hacer el de cortar a las personas. Ella lo miró con rabia y le dijo: -, pues si me lo hubiera dicho usted antes.. le juro que para ese me hubiera presentado voluntaria porque ahí, si hay truco pero esto de los cuchillos es muy fuerte, porque vamos de goma creo que no son…El mago la sonrió y le dijo : -,quiere ser usted la agraciada para que la corte?-, No!! por hoy ya tengo suficiente…mi adrenalina me sale hasta por los pelos…
Cuando salió del circo ya más calmada pensó: esto es una comparación aplicable, esto es como la vida.
La rueda dando vueltas era el mundo y dentro del mundo estamos las personas que recibimos golpes bajos . Sí, como la vida, que a base de estocadas te va dañando el alma y, si una de esas estocadas es demasiado penetrante, no puedes olvidar nunca, o por lo menos, cuesta hacerlo.
Una similitud un tanto rara, pensaba, pero muy parecida sólo que, sin cuchillos. No obstante te desgarran mucho más el interior.
Sí, así era la vida,, o quizás era el destino ¿quién sabe? te va clavando cuchillos que te van hiriendo, curas esas heridas una y otra vez y sigues tú camino hasta que, un último cuchillo, tarde o temprano llega y pone el punto y final a nuestra existencia.
6 comentarios
jazmin -
Un beso.
Gea, eso es lo que pienso que hay tantas cosas en las que encontrar paralelismos. Lo bueno es saber saltear los "cuchillos", a veces con dificultad pero lo logramos.
Un abrazo.
jazmin -
Si te soy sincera me da cierto miedo lo que no conozco.
A mi también me alegra que estés entre nosotros.
Un abrazo.
Dino, la vida te da muchas sorpresas, algunas ni las esperas. De todas maneras siempre salimos adelante.
Un abrazo.
Gea -
Los cuchillos los lanza el destino, y no siempre estamos preparados para esquivarlos.
Pero es así. La vida es esa rueda que no para de girar. los cuchillos son todas nuestras vivencias personales hasta llegar al último y certero.
Un abrazo, jazmín.
Gea.
Sakkarah -
Un beso, Jazmín
Dinosaurio -
Un beso.
Margot -
Últimamente he estado algo apática, me alegra leerte de nuevo y mucho más compartir contigo tu rinconcito.
Un abrazo muy fuerte.